Desde 1938, con la invención de los monofilamentos por la Dupont, los pescadores han contado con una fibra sintética fuerte y elástica con la que se ha sustituido a las líneas de pesca compuestas por seda, lana y algodón.
Bautizados con el nombre de nylon, en honor a las ciudades de Nueva York y Londres, los primeros monofilamentos eran gruesos, frágiles y rígidos, por lo que resultaban difíciles de manejar mientras se pescaba, nada que ver con los que hay hoy día en el mercado.
En la actualidad son pocos los fabricantes que abastecen el mercado, por lo que es común encontrar el mismo hilo con etiquetas diferentes. En el etiquetado debemos observar el diámetro dado por el fabricante. A priori unas centésimas de milímetro parecieran no tener importancia a la hora de elegir, pero si pescamos en zonas lances largos vamos a notar que la diferencia es de varios metros.
Otro dato que nos ofrece el fabricante en la etiqueta es la resistencia a la tensión. Al momento de elegir un monofilamento también debe considerar la resistencia a la abrasión, especialmente si va a pescar en zonas con fondos irregulares con rocas, árboles sumergidos, mejillones, etc cuyo roce pueda ocasionar la rotura del hilo. Por regla general los monofilamentos suelen tener una buena resistencia a la abrasión.
También debe considerar la elasticidad, memoria y color, para elegir el que mejor se adapte a su experiencia, modalidad y zona de pesca.
En los últimos años se ha popularizado el uso de fluorocarbono, gracias a su composición refracta la luz de una manera similar al agua por lo que es casi invisible, muy resistente a los rayos ultravioleta, aguanta el frío y no absorbe el agua. Pese a sus muchas virtudes hay algunos cuestionamientos sobre la presencia de componentes de plomo o de sustancias cancerígenas, aunque no hay pruebas científicas la polémica está ahí.
Algunos consejos para su mantenimiento:
1.- Cuando realice los nudos preste atención y evite que se solapen
2.- Antes de apretar el nudo lubrique la zona con saliva o con algún aceite vegetal y lo vamos a hacer lentamente para evitar dañar el hilo con estrangulamientos o “quemaduras”.
3.- Cuando vaya a cargar el carrete con hilo nuevo hágalo con ayuda del primer tramo de la caña, con el uso de la primera anilla es suficiente. Tras pasar el hilo por la anilla, y con el pickup del carrete abierto, dele varias vueltas sobre la bobina hasta fijar el monofilamento sin necesidad de anudarlo.
4.- La vida útil del monofilamente depende del modelo y fabricante, pero el cuidado y uso que le demos podrá alargarlo o acortarlo.
5.- Como norma de oro es conveniente que cuando no use una bonina la guarde en un lugar fresco y donde no llegue la luz.
6.- La luz solar está compuesta en parte de rayos ultravioleta, que debilitan los polímeros de los cuales están fabricados los nylons.
7.- Hay unos plomos especiales que permiten corregir la torción de las líneas en los carretes de bobina fija. Un par de lances con ellos al recoger, le evitarán los enredos indeseados tanto en el carrete como en la puntera de la caña.
8.- Recuerde que no hay un hilo perfecto para todo uso. Es la práctica la que nos permitirá determinar cuál es el que mejor se adapta a nuestro estilo y zona de pesca.
Fuente: Buenapescashop
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