Al pescar cuide sus ojos

Los ojos los debemos cuidar al máximo en varias facetas que pasaremos a describir a continuación: nivel visual, con una graduación cómoda y perfecta en función del deporte a realizar;nivel de radiaciones nocivas que existen al aire libre; nivel de protección frente a agentes mecánicos del tipo que sean: golpes, proyectiles, aire, polvo…

Nivel visual

El primer punto se soluciona acudiendo a un oftalmólogo que le realice un chequeo completo. Aunque nos parezca que veamos correctamente, lo mejor es que la agudeza visual debe ser máxima. Se pretende evitar la fatiga antes de tiempo y tener precisión en el lanzamiento del anzuelo.

Otro problema molesto, sobre todo en la pesca, es la presbicia o vista cansada que se desarrolla en la mayoría de los casos a partir de los 45 años. Conviene llevar un par de lentes consigo ya que es difícil anzuelar o cambiar de carnada sin su ayuda, sobre todo si la luz es escasa.

Nivel radiaciones

Por otra parte, existen dos radiaciones nocivas en la naturaleza: los rayos UV (ultravioletas) y los IR (infrarrojos). Estas tienen efectos a corto plazo como la conjuntivitis, irritaciones, inflamaciones, ojos rojizos, con picor, y visión que se podría llegar a perder momentáneamente. Otras tienen lugar más a largo plazo, como el envejecimiento prematuro de los ojos (con aparición temprana de las temidas cataratas o lesiones en retina).

En el caso de la pesca se agrava porque al reflejar estos rayos en el agua, el efecto nocivo se incrementa. Igual pasa  al aumentar la altura en la que estamos, en función del sol existente y de la época del año.

La protección ideal existe, ya los lentes de sol incorporan un análisis de la cantidad de rayos nocivos que absorben, y la cantidad de luz que quitan (no tiene que ver una cosa con la otra). Además, para reducir los reflejos del agua, resulta imprescindible que sean polarizados, pues además de protección y comodidad, darán una buena visión.

Nivel protección

En tercer lugar nos tenemos que proteger frente a una rama,  el polvo, la tierra… cualquier cosa que puede impactar contra nuestra sensible córnea y que nos producirá una molesta herida y logrará amargarnos el día entero (o más).

Interesa que los lentes para estos deportes sean amplios, eso no quiere decir que estén reñidos con la estética. Si cubre suficientemente el ojo y un poco el lateral es bastante para evitar estos problemas. El cristal debe ser irrompible, ya sea de los lentes graduados o sin graduar, y de grosor tal que garantice su eficacia.

Es importante solucionar los problemas visuales a tiempo, antes de que pasen a ser mayores. Existen lentes que cumplen todos los requisitos a la vez. Conviene ponerse en las manos de un buen profesional y dejarse aconsejar. Nos gastamos mucho dinero en botas, ropa, rifles, cañas, embarcaciones… No nos debe molestar proteger algo que no tiene precio, como es la vista. ¿Duda? Cierre los ojos, cuente hasta treinta y lo valorará.

Fuente: Revista Mundo Nautico