Go Fish

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sábado, 14 de febrero de 2015

Bonaire: Paraíso de los buzos en el Caribe



Bonaire pertenece a las Antillas Holandesas, forma parte del Reino de los Países Bajos y de los países y territorios de ultramar de la Unión Europea. Su idioma oficial es el Papiamento. Está situada en el sur del mar Caribe, frente a la costa occidental de Venezuela, y forma parte del grupo de islas de Sotavento de las Antillas Menores, junto con Aruba y Curazao, integrando lo que los aficionados a la navegación llaman el A,B,C (Aruba, Bonaire y Curazao) del Caribe.

Es un sitio tranquilo, relajado y sin estrés, que ha ganado su fama de “Paraíso del Buceador” por su belleza subacuática, el fácil acceso por la costa a sus paisajes coralinos y su perfecta visibilidad, usualmente de 30 metros o más.

El patrimonio subacuático está permanentemente controlado por STINAPA, la Fundación de Parques Nacionales local. Sus reglamentaciones para la protección del mundo sub-acuático son tan conocidas, a nivel mundial, como su belleza.

Para las embarcaciones, el anclaje está prohibido en la mayor parte de la isla y la pesca sólo está permitida fuera de la zona costera, donde se pueden encontrar variadas especies, entre las que abunda el róbalo.

Los 287,5 km² de Bonaire están rodeados por un arrecife, al cual se consigue acceso muy fácilmente caminando desde la orilla. Existen cerca de 60 sitios de buceo en la isla principal, marcados en su mayoría por rocas pintadas de amarillo brillante, con el nombre del lugar en letras negras y ubicadas a un lado del camino.

Adicionalmente, se pueden disfrutar de otros 26 puntos más en “Klein Bonaire”, que es una especie de pequeña isla satélite de la isla principal.

Entre los grandes atractivos para el practicante del submarinismo, podemos destacar barcos hundidos como el “Hilma Hooker”, el “Windjammer” y más recientemente y, de menor tamaño, el “Our Confidence”.



En su gran mayoría los puntos de buceo en Bonaire son cuando menos excelentes; sin embargo, existen puntos emblemáticos y populares, entre ellos: “Karpata”, típico por la aparición de tortugas marinas entre corales de gran tamaño y colorido; “Salt City” con su doble barrera de Coral; el fabuloso muelle del hotel “Buddy´s Dive Resort”, que cuenta con una escalera especial que entra directamente al agua; y puntos mas lejanos como el refugio natural “Washington Slagbaai Park”, al cual podemos dedicar un día entero, parándonos bien tempranito para no andar con mucha prisa.

Para los buzos más osados y con buenas condiciones físicas, existe un lugar llamado “Lac Cai”, en lo que algunos llaman “el lado salvaje de la isla”. Este sitio característico por sus largas pilas de conchas de caracolas marinas apiñadas en su playa, les ofrecerá una de las mejores inmersiones de sus vidas, en la que podrán observar docenas de sábalos de gran tamaño, cardúmenes de chuchos o rayas moteadas, peces loros y guacamayas tan grandes que parecen mascotas, rayas, mantas, cardúmenes de todo tipo de peces de arrecife y tortugas; sin embargo, se debe tener cuidado, ya que su oleaje y fuerte corriente pueden convertir un día perfecto de buceo en una preocupación. Lo más recomendable es contratar un guía que lo lleve por este paseo sano y salvo (un guía promedio cobra 25$ por persona).

Normalmente los turistas elaboran su plan de buceo partiendo del alquiler de una camioneta pick-up, que les facilita el traslado de los tanques y los equipos, para luego dedicarse a recorrer la isla, detenerse a la orilla del camino y bucear en el punto que más le plazca. Algunos optan por la comodidad de las embarcaciones de buceo y deciden quedarse en uno de los muchos hoteles que cuentan con muelle privado para el abordaje.
Los hoteles abundan, con una variada oferta en cuanto a precio y calidad. Pero además podrá encontrar desde hermosas villas, totalmente equipadas a precios solidarios, hasta habitaciones más lujosas en hoteles cinco estrellas. En la ciudad de Kralendijk, existe una amplia selección de restaurantes (Italianos, carnes, sushi, comida rápida, pizzas al horno de leña y más).
Si opta por hospedarse en una villa totalmente equipada o llega en su propia embarcación, puede encontrar al menos dos supermercados muy completos y una docena de tiendas al menudeo, en donde podrá conseguir todo lo necesario para comer en casa.



La isla en general es bastante segura; no obstante, es recomendable adoptar la costumbre de dejar los vidrios abajo y no dejar objetos de valor que puedan ser vendidos con facilidad (cámaras, lentes de sol, reproductores de sonido, billeteras, etc.) dentro de los vehículos, ya que se han reportado entradas forzadas a los vehículos de alquiler. Hay quienes rondan los lugares de buceo en la búsqueda de objetos “mal parados” dentro de los autos, por lo que llegan a romper los cristales para obtenerlos. Pero lo cierto es que, de acuerdo a los relatos de quienes frecuentan la isla, los casos de hurto son la excepción.

Es conveniente practicar un buen control de la flotabilidad, usar un protector solar y adoptar una mentalidad ecologista al realizar inmersiones en este paraíso caribeño. Recuerde al empacar; si decide llevar su equipo de buceo, que los guantes están terminantemente prohibidos, esto para evitar que los turistas toquen lo que no deben.

Texto y fotos: Félix Rodríguez

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