Hablaremos del patrón de troleo en mar abierto de una manera general, sin hacer referencia a la forma de localizar los lugares idóneos para la pesca y/o a los pescados y los pescaderos.
El troleo es definido como el arrastre con una embarcación en movimiento de las muestras o carnadas usadas para tentar a los depredadores.
Según las características de las muestras arrastradas será la velocidad de desplazamiento de la embarcación y la forma de proceder, por lo que dividiremos este estudio en las siguientes secciones:
1.- El troleo con curricanes o peces artificiales.
2.- El troleo de señuelos con faldones o material de arrastre tipo “plumas”.
3.- El troleo con carnada viva y/o muerta.
4.- El troleo mixto.
5.- El equipo para el troleo y
6.- Patrones de movimiento de la embarcación en el troleo.
Abordaremos pues el primero de los tópicos que nos hemos propuesto.
1.- El troleo con curricanes o peces artificiales: Por curricanes entendemos en la jerga de la pesca, aquellos señuelos de estructura rígida que constituyen imitaciones de pececillos y que son denominados en la lengua inglesa como crank baits, entre otros términos, también conocidos en otras latitudes de habla hispana como plugos, tacos o sencillamente como peces artificiales.
Omitimos hablar del troleo con cuhcarillas ya que estimamos que estos señuelos deben usarse en el lanzado y no en el troleo y, aun cuando arrastrar cucharillas es algo posible (si se hace muy lentamente), los enredos son frecuentes; propicia mucho que la línea se tuerza y aun cuando un tandem de destorcedores con plomada al centro puede evitar la torcedura de la línea y ciertamente así es una técnica socorrida en algunas localidades, no se trata de un estilo de troleo común o de uso práctico para capturar variedad de especies.
El troleo de curricanes se usa mucho para especies de costa de tallas chicas o medianas, aun cuando también es usado para tentar especies mayores como el atún gigante, pero jamás para la pesca de los picudos. Se usa para buscar especies de aguas abiertas tales como dorados, atún de escuela, albacora y otros nadadores del mar, así como para la pesca de peces de costa tales como las barracudas, jureles, gallos, wahoo, peto, pámpanos entre muchos otros.
Estos tipos de muestras se trolean a velocidades baja, no vamos a hablar de la velocidad exacta a la cual deberán ser troleados ya que rara vez se usa el velocímetro para determinar la velocidad correcta del troleo sino que más bien se emplea la vista que es la que nos ayuda a fijar la velocidad de desplazamiento de la embarcación.
Si los señuelos no están nadando correctamente y saltan con frecuencia o se bambolean en exceso, será porque la velocidad es excesiva, más si la velocidad es muy baja, lo sabremos porque la punta de la caña no irá “trabajando”, es decir, no se moverá mostrando que el señuelo está realizando su natación correcta y está siendo arrastrado como tronco.
La determinación del número de señuelos que habremos de arrastrar estará dada por diversos factores tales como los tipos de señuelos usados, el ancho de la manga y popa de la embarcación, la presencia o no de porta cañas y su número etc.
Por ejemplo, si la embarcación en la que vamos no tiene portacañas, nos tendremos que limitar al número de pescadores que puedan tener caña en mano, pero en una gran embarcación, con profundizadores (down riggers) y tangones, totalmente equipada y usando diversidad de señuelos podremos arrastrar hasta 9 líneas, colocando tres en la popa, dos en los profundizadores y cuatro en los tangones, una en la parte media y otra en la exterior de cada uno.
Como regla, se puede decir que debemos buscar siempre el uso de una diversidad de señuelos que trabajen a diversas profundidades y distancias para evitar así que se crucen las líneas, siendo recomendable usar un par de señuelos que trabajen a igual profundidad en cada extremo, pudiendo aumentar la cantidad si se usan tangones para separarlos.
Así pues debemos emplear señuelos combinados que trabajen en superficie, a media agua y a gran profundidad cada que ello nos sea posible para así abarcar mayor superficie y más secciones de la columna de agua, teniendo así mayores posibilidades de localizar, atraer y pescar a nuestras presas.
En cuanto al tamaño de los señuelos, este estará dado por las especies perseguidas y por las tallas de la población presente principalmente, pero será indicado combinar diversidad de tallas dentro de determinado rango.
Siempre será conveniente arrastrar un señuelo de gran tamaño cerca de la popa para que nos sirva de atrayente y ¿quien sabe?, la posibilidad de agarrar un inesperado gigante siempre esta presente.
En cuanto al color de las muestras podemos afirmar que, como tal, no importa tanto debido a que no sabemos que parte del espectro de luz pueden percibir los peces, que obviamente se encuentran adaptados a un medio en el cual la luz se refracta de una manera tal, que los colores se perciben de una forma muy diferente a como los vemos en el medio aéreo; lo importante es el tono, que ciertamente puede ser percibido por los peces y es el que les permite distinguir las muestras por el contraste de las mismas con el medio acuático.
Por ello, si el cielo está claro y el pez ve de abajo hacia arriba, una muestra clara en el mar, obscuro por naturaleza, hará poco contraste y podrá no ser vista, cosa que no ocurrirá con una muestra obscura y viceversa en caso de tener un cielo nublado u obscuro.
De cualquier forma, siempre es bueno colocar un señuelo que rompa con este principio ya que la práctica nos muestra que no todos los peces parecen conocer la regla de cielo claro señuelo obscuro y viceversa y en ocasiones el señuelo que no contrasta obtiene picadas; al parecer lo que ocurre es que se semimimetiza y ello le da una presentación que algún pez aprecia como más natural.
No obstante que los peces no perciben los colores igual que nosotros, las muestras con cabeza de color diverso al cuerpo y aquellas con rallas verticales muestran patrones que son vistos en la naturaleza en los peces enfermos y cansados, por lo que dichos señuelos suelen ser más eficaces que aquellos de colores sólidos y parejos. Igualmente, los señuelos que han sido mordidos numerosas veces y se encuentran maltratados dan la apariencia de peces maltrechos, que han perdido escamas y es por eso que los señuelos usados suelen dar mejores resultados que los nuevos.
Otro punto a tomar en consideración es que los señuelos de gran profundidad deberán tener colores que no desaparezcan tan fácilmente en las profundidades tales como el amarillo o los fluorecentes.
Si se cuenta con profundizadores (down riggers), la muestra deberá ser de profundidad y deberá ir a cuando menos un metro por detrás del profundizador, ya sea que se trate de un plomo o peso con línea independiente o que sea uno de esos modelos que se incorporan a la línea principal.
Si no contamos con tangones, una buena forma para incluir mas muestras en nuestro despliegue de señuelos de arrastre evitando enredos consiste en descalibrar un par de muestras de superficie para lados opuestos y colocarlas en los extremos exteriores de nuestro despliegue de cañas. Me explico: Los señuelos son calibrados por el fabricante para que naden en línea recta, aquellos señuelos de superficie que tienen una anilla frontal sujeta a la nariz del señuelo y no a la paleta o babero, pueden ser calibrados o descalibrados moviendo dicha anilla para un lado u otro, de esta forma, por ejemplo, un señuelo descalibrado a la derecha nadará correctamente pero separándose hacia la derecha todo el tiempo, disminuyendo así las posibilidades de enredo con los demás señuelos.
Para saber la distancia correcta a la que deberemos de colocar los señuelos, no hablaremos de medidas de distancia ya que requeriría de líneas marcadas o de carretes con contador de línea, cosa poco común e impráctica, razón por la que mejor hablaremos de como saber la distancia correcta basándonos en la vista.
La distancia deberá ser variable, dos señuelos que naden a igual profundidad deberán ser arrastrados a diversas distancias y lo más separados que se pueda.
Los señuelos deberán ser colocados en el área de turbulencia generada por la propela de la embarcación, es decir, pasando el morro que forma la propela, desde el punto en que la turbulencia posibilita el nado correcto de un señuelo y hasta el punto en el cual la turbulencia es leve, pero aun continúa; esa será el área en la cual deberemos colocar nuestras muestras.
La turbulencia de la propela es percibida por los peces como agua blanca en superficie, que luce igual que el agua blanca generada por los cardúmenes de peces pasto alimentándose en superficie, por lo que los señuelos deberán imitar a tales peces pasto comiendo y deberán estar dentro del agua blanca o dentro de la estela de burbujas generadas por la propela.
Como punto interesante a resaltar es que, contrario a lo que se pudiera pensar, las muestras más próximas a la embarcación son las que obtienen normalmente mayor número de picadas, y es que los peces no corretean a sus presas de atrás, sino que se proyectan del fondo del mar para interceptarlas por lo regular, y procuran ir a la parte frontal o media del cardumen para que en caso de fallar su intento puedan tener una segunda oportunidad con los peces rezagados.
Un consejo que suele ser útil, cuando pasemos nuestros señuelos por una zona que tenga altas posibilidades de generar picadas, podemos tomar con nuestros dedos la línea de una de las cañas y darle pequeños jalones, así provocaremos que la muestra nade dando pequeños bandazos a un lado, de forma herrática, con lo cual simularemos un pez en mal estado, incrementando así las posibilidades de una picada en dicha muestra.
Para distinguir si un señuelo es de superficie, media agua, fondo o gran fondo tenemos que observar la paleta o babero y ver su tamaño y el ángulo en que se encuentra. Entre más vertical esté una paleta, más a la superficie llevará al señuelo y por contra, entre más horizontal, mas lo llevará a fondo; por otro lado, entre mayor sea la talla del babero mayor será la profundidad a la que mande la muestra y por contra, un tamaño reducido llevará al señuelo a superficie.
No obstante lo anterior, existen modelos desprovistos de babero; estos modelos normalmente no serán de superficie ni de gran fondo y su desempeño será a media agua, teniendo ligeras variaciones según la colocación de la anilla de la que se sujeta la línea, que entre más se proyecte a la nariz menor será la profundidad que alcance el señuelo y por contra, entre más se valla al lomo del señuelo su profundidad será mayor, hecha la salvedad de aquellos modelos de superficie que presentan la anilla en la nariz de la muestra o por debajo de ésta, mismos que no son señuelos para trolear (salvo sus excepciones).
Fuente: Pescavenezuela.com
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