Los Tucunarés forman parejas y siempre están juntos entre troncos, barrancos, o piedras, al acecho de una presa que invada su territorio. Son esos ambientes que abrigan a los grandes Tucunarés. Con la experiencia de los guías de pesca, usted tendrá mucha facilidad para encontrar a estos gigantes.
Habitualmente forman cardúmenes que atacan con frenesí a otros cardúmenes de pequeños peces. Cuando se encuentre ante una situación como esa, procure lanzar su señuelo lo más rápido posible sobre los Tucunarés y el ataque será seguro. El ataque de los cardúmenes de Tucunarés es muy rápido y en instantes desaparecen; y cuando están atacando, ni el ruido del motor los asusta.
Son altamente competitivos. Al sentir que están fisgados, inician una bella lucha alternando saltos ornamentales con fuerte tensión de la línea, lo que proporciona una sensación inexplicable.
Estimado pescador, no crea que embarcar un Tucunaré se resume a recoger la línea; es un ejercicio de paciencia, autocontrol y dominio de la técnica. ¡Esta será una pelea de maestros!.
No siempre el ataque de un Tucunaré culmina en una fisgada; muchas veces atacan para expulsar al invasor de su territorio. Pero si insiste, un nuevo lanzamiento hacia el mismo lugar resultará en un bello ataque y otra fantástica lucha.
No subestime la fuerza del Tucunaré. Cuando es fisgado, su primera reacción es correr y resguardarse detrás de troncos y de piedras. Este es el momento en cual el pescador debe explotar al máximo su equipamiento y usar todos sus conocimientos para conducir al pez a una zona abierta y evitar así perder el trofeo. En este momento el empleo de fuerza puede llevar a la rotura de la línea; el control de los frenos del carretel es muy importante para distribuir la presión de forma homogénea en todo el conjunto (caña, línea, carretel y anzuelo). Para una mayor resistencia de la caña y de la línea, lo ideal es que el ángulo formado entre la punta de la caña y la cintura del pescador sea siempre mayor a los 45°.
A pesar de que muchos científicos afirman que los peces no diferencian los colores, los señuelos con mejor resultado en el Río Negro son los de color amarillo, verde y rojo. Los señuelos de colores más brillantes son más productivos en condiciones de poca luz.
Los señuelos de superficie son los más utilizados, ya que proporcionan bellos ataques, forzando al pez a saltar del agua; sin embargo ese tipo de señuelo tiene sus limitaciones; su productividad puede disminuir con el pasar de las horas y con el aumento de la temperatura. En esas condiciones, los señuelos de media agua pasan a ser una buena opción. En el caso de aguas más oscuras, los señuelos con sonido resultan muy productivos.
Fuente: Revista Troleo
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