En Italia se fabrican carretes desde finales de la década del 50. Everol, Duel y más recientemente Alutecnos son marcas de gran durabilidad. Se destacan por su moderno diseño y finas terminaciones.
Inglaterra construye equipos de pesca pero en cantidades mínimas. Los carretes fabricados por Jim Hardy por ejemplo, son exquisitas creaciones pero muy difíciles de adquirir debido a su poca disponibilidad y su alto costo.
Por su parte, en Estados Unidos desde hace décadas se ofrecen carretes para todos los gustos y presupuestos. Penn Reels y Abu tienen gran volumen de ventas en el mundo, debido a su confiabilidad entre los entusiastas de la pesca deportiva.
Recientemente, los hermanos Nilsen comenzaron a producir los carretes Accurate en California. Sus precios reflejan la calidad y precisión de su proceso de manufactura.
Sin embargo, de todas las alternativas hay un nombre legendario: Tycoon Fin-Nor. Por muchos años, poseer un carrete Fin-Nor significaba tener la más alta tecnología disponible para el deportista.
Comienza una leyenda
Año 1933, Estados Unidos sufría la gran depresión. En Europa, Adolfo Hitler consolidaba su poder en Alemania. Mientras ocurrían estos sucesos, miles de personas leían fascinados los escritos del novelista norteamericano Zane Grey. Su pasión por la pesca lo llevó a explorar localidades exóticas, a la búsqueda de los peces pelágicos más grandes de los océanos.
Libros como “Tales of Swordfish and Tuna” y “Tales from Tahitian Waters” cautivaron a muchos por sus descripciones de batallas con tiburones, peces de pico y atunes de gran tamaño en el Océano Pacífico.
En el área de Bimini en Florida, también comenzaron a reportarse encuentros con enormes criaturas las cuales no se sabía si eran atunes o petos gigantes. Los carretes de pesca de 1933 eran inadecuados para soportar el embate de estos animales y el pescador casi siempre perdía la lucha a causa de roturas de equipo. Ese mismo año un pescador deportivo del que no se recuerda su nombre, encargó a un taller tienda en Miami, regentado por los señores Finley y Norwood, que fabricara un carrete de pesca tamaño 15/0, para poder hacer frente a estos enormes pelágicos destructores de equipo
Allí comenzó a formarse la leyenda. Este carrete tuvo características que influenciaron a todos los fabricantes en el mundo entero. Todo los herrajes internos fueron hechos de acero inoxidable y montados en cajas de bolas. Su construcción externa se hizo en aluminio anodizado terminado con un baño de oro. Además, tenía capacidad para mucha línea, requisito esencial para enfrentarse a presas de gran tamaño.
El mecanismo de freno funcionaba a base de lo que se conoce como un “wet drag system.” Un disco de corcho el cual actuaba a manera de “drag plate”, en contra de un disco metálico, el “pressure plate”, ambos lubricados con grasa para darle mayor suavidad y efectividad al activar el freno en contra del pez.
Aunque fue creado con la mejor tecnología de la época, tenía un problema: si la grasa dentro de la unidad se contaminaba con agua salada, el carrete dejaba de funcionar. Como la pesca de aguja se practica en el mar, era relativamente común que el carrete se trancara inesperadamente.
Fueron muchas las historias de peleas perdidas contra una aguja azul por fallas del carrete modelo Tycoon Fin-Nor: líneas partidas y cañas hundiéndose en medio de la pelea. Paradójicamente, el mecanismo de la manigueta o manivela del carrete Fin-Nor ha sido considerado como uno de los mejores fabricados, por su suavidad y eficacia.
A medida que pasaron los años, el freno del carrete Fin-Nor fue evolucionando, pero su falla principal no se pudo corregir del todo. Con los años, el corcho del “drag plate” se sustituyó por asbesto. Más adelante volvió a utilizarse corcho y en los últimos años se introdujeron discos de freno con materiales modernos.
El carrete inicial, el del encargo, tiene el número de serie 001. Aunque en 1939, la IGFA declaró al número uno ilegal para la pesca deportiva por el sistema de doble manigueta para recuperar el hilo, este carrete tiene gran valor histórico: es el predecesor de todos los carretes de pesca modernos.
Su valor es comparable al carrete Fin-Nor 12/0 que fue propiedad de Ernest Hemingway. Su importancia va a la par con el carrete utilizado por Alfredo Glassell Jr. para lograr el récord mundial de aguja negra en Perú en 1953 y que se encuentra en el museo de IGFA en Dania, Florida.
Todo esto forma parte del legado de los carretes fabricados por Fin-Nor a través de las décadas. En la actualidad se producen los modelos Ahab #8, #12, #16 y #20, así como carretes de “fly fishing”.
Fin-Nor fue adquirida por la empresa W.C. Bradley Corporation en el año 2005, después de 72 años y 204 records homologados por la IGFA. Sus directivos han dicho que volverán a elaborar los legendarios carretes de “trolling” que tanta fama les dieron. Eso sí, se cuidarán de que los mecanismos de frenos no se tranquen.
Fuente: Revista Mundo Nautico